Los objetivos son similares a los de cualquier documento en papel que requiera de garantías futuras para que se considere válido en su ámbito de aplicación. Estos suelen ser:
- Garantizar su integridad, que impida cualquier cambio sobre el original
- ya no gastar tanto papel.
- Presentar la información fácilmente.
- Hacer más didáctica la comunicación.
- Visualizar cosas que en un papel no podrías ver ni escuchar.
- Facilitar la comunicación.
- Garantizar su autenticidad, permitiendo contrastar su origen y ofrecer certeza sobre su contenido.
- Garantizar la posibilidad de localización, facilitando las búsquedas y sin depender de relaciones externas entre la referencia y el contenido
- Garantizar el control de acceso
- Garantizar seguridad al introducir información que el usuario desee.
- Garantizar la trazabilidad de los accesos y del ciclo de vida
- Garantizar su preservación a largo plazo, por ejemplo con mecanismos de restauración y mantenimiento de las condiciones ambientales
Los mecanismos tecnológicos para ofrecer estas garantías sobre los documentos (al igual que el papel timbrado o un pasaporte) complementan o apoyan las funciones que ofrece un tercero de confianza, un testigo o un notario, dado que en todo caso se utiliza un soporte documental de un hecho.
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